LITERATURA / Kurt Vonnegut

KURT VONNEGUT
Matadero Cinco




Desde que Kurt Vonnegut publicase su primera novela en 1952, y hasta su muerte, siempre se mostró como un tipo difícil de encasillar. Si se habla de sus libros más populares, "Matadero Cinco" aparecerá en todas las listas. El de Indianapolis quería escribir un libro sobre la guerra, aunque eso supusiese revivir el capítulo más desagradable de su vida: el bombardeo de Dresde, del que se libró por estar encerrado en un sótano de un matadero como prisionero de guerra. Le salió un libro antibélico y de ciencia ficción si eso es posible. Pero mejor que explicarlo, intenten leerlo. 

Lo más importante que he aprendido en Tralfamadore es que cuando una personam uere, sólo muere aparentemente. Continúa estando muy viva en el paso, y por lo tanto es muy estúpido que la gente llore en su funeral. Todos los momentos, el pasado, el presente y el futuro, siempre han existido y siempre existirán. Los tralfamadorianos (...) se dan cuenta de la permanencia de todos los momentos, y pueden contemplar cualquiera de ellos que les interese. Aquí en la Tierra creemos que un momento sigue a otro, como los guisantes dentro de la vaina, y que cuando un momento pasa ya ha pasado para siempre, pero no es más que una ilusión.  
.........

- ¿Dónde estoy? -preguntó Billy Pilgrim. 
- Atrapado en otro bloque de ámbar, señor Pilgrim. (...)
- ¿Cómo he llegado hasta aquí?
- Eso, para usted, requeriría otra explicación terrenal. (...) Yo soy tralfamadoriano, y veo el tiempo en su totalidad de la misma forma que usted puede ver un paisaje de las Montañas Rocosas. Todo el tiempo es todo el tiempo. Nada cambia ni necesita advertencia o explicación. Simplemente es. Tome los momentos como lo que son, momentos, y pronto se dará cuenta de que todos somos, como he dicho anteriormente, insectos prisioneros en ámbar. 

.........

Se encontraba en el almacén de carne, la noche en que Dresde fue destruida. Procedentes del exterior se oían unos ruidos parecidos al os pasos de un gigante. Era el estruendo que producían las bombas al estallar. Los gigantes caminaban y caminaban pero como el almacén de carne era un refugio muy seguro todo lo que lograban allí era provocar, de vez en cuando, una lluvia de cal. Con Billy sólo estaban los demás americanos, cuatro de los guardas se habían marchado en busca del calor de sus hogares, antes de que empezara el bombardeo. Todos morirían con sus familias. 
Así fue. 

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