LITERATURA / José Luis Sampedro

JOSÉ LUIS SAMPEDRO

La Sonrisa Etrusca

Nunca había leído nada de Jose Luís Sampedro, pero me va a costar olvidar la primera de su colección. Maravilloso relato que narra el amor de Bruno (partisano calabrés que padece cáncer, y que se traslada a Milán para pasar unos días con su hijo) por su nieto, un pequeño ángel del que queda prendado y que le ata a no regresar a su pueblo en la recta final de su vida. Enternecedora como pocas, y con algunos personajes que te atan de principio a fin.

¿Que ocurre, que se forja, que cristaliza en esos minutos? El viejo ni lo sabe ni lo piensa, pero lo vive en sus entrañas. Oye las dos respiraciones, la vieja y la nueva: confluyen como rios, se entrelazan como serpientes enamoradas, susurran como en la brisa dos hojas hermanas (…) La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas.

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“¡Que hermosa vida!”, goza el hombre, sintiéndose acariciado por esos ojos...Su manos e mueva hacia ella bajo las sábanas, pero se inmoviliza antes de tocarla, en cuanto percibe una tibieza en el lienzo. Allí se detiene como un peregrino ante el santuario final, mientras se deja mecer en las ondas tranquilas del aroma femenino. Sus párpados, al cerrarse poco a poco, van adoptando una expresión final de beatitud.

Ya dormido, la mujer inmóvil le sigue contemplando enternecida. Sonrisa de niña descubriendo al hombre, mirada de madre ante el hijo en la cuna, emocionada serenidad de hembra colmada por su amante.