LITERATURA / Gonzálo Suárez
GONZÁLO SUÁREZ
El Síndrome de Albatros
A Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) le ha dado por volver a la novela negra, tras 6 años alejado del estilo. A medida que uno va pasando las páginas va dándose de bruces con el peculiar estilo del asturiano, capaz de obligarte a pasar cada hoja por lo enrevesado de la trama y por algún ramalazo de genialidad absoluta. Un arma de doble filo, pues el entrelazar diferentes personajes, entrelazados a su vez en constantes flashbacks hace que el lector pueda perderse con suma facilidad.
La historia trata de una viuda que encuentra un manuscrito con una obra teatral obscena en la que su difunto marido fantasea con una mujer que supuestamente solo existe en el papel, pero que produce los celos de la viuda, que contrata a un escritor para investigar la trama. Desde ahí, se suceden los personajes, los viajes temporales, las idas y venidas de sus personalidades.
Como conclusión, no se sabe si al propio autor le ha pasado como a algunos de los personajes protagonistas de la obra: ¿Delirios de grandeza que por farragosos acaban hundiéndose en un pantano narrativo? Quizás, para Gonzalo, eso sea exactamente su ideal de obra maestra.
El la abraza y el contacto de los cuerpos apacigua el desvarío. Al cabo de un rato, sueñan sueños paralelos sincónicamente acompasados por el tracatrá de dos trenes que se cruzan en sentido contrario. En uno, viaja ella. En el otro, él. Durante un instante, las respectivas ventanillas se reflejan fugaces al pasar y las miradas coinciden a través del cristal. Él, desde su sueño, hace le hace a ella una seña antes de que el tren se adentre en la oscuridad.
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