RESEÑAS MUSICALES / Toundra

TOUNDRA

III (2012)

Fecha de lanzamiento: 28/08/2012

Discográfica: Aloud Music

Productor: Carlos Santos, Juan Blas

Valoración: 9/10

(III) supone la consagración definitiva de Toundra, el salto definitivo de una banda en constante evolución a la primera división. Uno de los mejores trabajos nacionales del año. Imposible ignorarlo.  

“Völand”, incluido en (II), suponía una puerta abierta a traspasar en algún momento del futuro, el camino a seguir para evitar un posible estancamiento. En sus inicios bordeaban con cuidado los patrones oscuros de Tool y la furia descargada por Russian Circles. Avanzando sin descanso pero sin perder de vista sus inicios, en este brillante presente añaden gotas de la ternura de Explosions In The Sky o Mogwai, y también ramalazos del progresivo que practican sus compañeros de sello Exxasens.

Y con estas referencias como pilares comienza uno la escucha de (III) apreciando que, como si el alma les fuera en ello, Toundra no se guardan nada en el comienzo con “Ara Caeli”, un compendio de todo lo aprendido por los madrileños en su carrera, un escaparate donde lucen tanto guitarras delicadas como las salvajes descargas eléctricas, y también esos vientos de fondo que tan buen resultado dieron en “Bizancio”. En 8 minutos, recorren las 4 estaciones del año en constante “in crescendo”.

Para cuando llega la tormenta de “Cielo Negro” uno ya está abrumado, noqueado en el primer invite, a merced de lo que quede. Con el cuerpo reposado, hipnotizados por la cálida “Requiem”, nos liberamos bailando al compás que marcan los vientos, ajenos a todo tipo de preocupaciones, disfrutando de fantásticas estampas que nos regala nuestra imaginación.

Sin tiempo para el descanso, y llegado al ecuador de la obra, se desata otra vez la locura con “Mars”, sufriendo las convulsiones, los zarandeados, esas idas y venidas de una batería poseída, sufriendo esos impulsos que en directo pueden ser brutales. “Lilim” vuelve a ser un leve respiro, a pesar de no bajar nunca la intensidad, un puente con su anterior trabajo. 

Para el cierre “Espirita” transcurre como perfecto final, sin excesivas sorpresas hasta que, sin previo aviso, a los 6 minutos, todo se detiene y el bajo taladra un paréntesis de cara al cenit, un grito inédito en su carrera, otra puerta abierta para el futuro.
Coros celestiales (¿solo a mi me vienen a la cabeza God Is An Astronaut?) que nos llevan con ellos tan lejos como nos manden. (III), otro disco para esconderte del mundo cuando este no te guste