CRONICA M-CLAN + LOS GUASONES
LOS GUASONES
M-CLAN
Teatro La Laboral (Gijón)
22 de diciembre 2012
M-Clan han recuperado hace tiempo y con creces el crédito que en su día pudieron perder con aquellos ramalazos comerciales ("Sopa Fría", sic) y desde hace años facturan discos maravillosos que merecen todas las escuchas. Ese buen momento se traduce, especialmente, en los directos.
Hermanados
por interés mutuo, Los
Guasones
ejercen de puente para que los murcianos M-Clan (a los que definieron
como “seres divinos musical y humanamente”) crucen el charco, y
estos, hacen lo propio para que los argentinos se paseen por los
escenarios de nuestro país. Estos, a caballo entre Tequila y los
Stones facturan canciones para cantarle al amor y a la nostalgia como
solo los argentinos saben, anclados en historias melodramáticas.
Aunque cuando vencen y convencen es cuando sueltan algún guitarrazo
rabioso, aunque sea con cuentagotas, como en “Cien Años” o
“Reyes De La Noche”, dos cortes con gancho que fueron lo mejor de
sus escasos 35 minutos de show.
Durante
la espera, las butacas se iban poblando, y los ya acomodados
inmortalizaban el momento con sus cámaras y/o lo compartían vía Twitter. Espera breve, pues M-Clan salieron solo con 5 minutos
de retraso a la hora prevista.
Las
luces van bajando su intensidad poco a poco oscureciendo el teatro.
Tenues al principio, aullidos de lobos anuncian la llegada de M-Clan
al escenario. La breve Intro da pie a “Arenas Movedizas” con la
que toman contacto. Aunque me la imaginaba para las últimas, “Rock
& Roll del Siglo XXI” es la segunda, y con ella Carlos Tarque
pide a los presentes que se levanten de sus asientos. Sus deseos son
órdenes, y hasta el final las butacas serían solo un incordio donde
dejar las pertenencias. En dos horas, les dio tiempo a repasar un
poco de toda su discografía en un total de 18 canciones.
Del
anterior trabajo, “Para No Ver El Final”, recurrieron a “Basta
De Blues”, a la potente “Calle Sin Luz” (previa a los bises) y
a la que da título al mismo.
Habitual
en el repertorio de directo, tocaron con ganas “Perdido En La
Ciudad”, de su primer trabajo, con la premian la fidelidad de los
que les siguen desde los comienzos, y que demuestra envejecer igual
de bien que ellos con el tiempo sonando tan fresca y juguetona como
el primer día.
También
hubo tiempo, claro está, para acordarse de sus compañeros de gira y
de cartel, Los Guasones, a los que les dedicaron “sin mariconas”
el baladón “Roto Por Dentro”.
En
el ecuador del concierto, y con el grupo y el público calientes,
llegaron tres de los mejores momentos con “Noche De Aullidos”
(una de las mejores del último disco), “Ritual” (con Coke
Jimenez marcando la entrada a la batería y con Tarque fomentando el
pique sano con el público armado con su armónica) y el trallazo
“Las Calles Están Ardiendo” (donde se gustan experimentando con
psicodelia).
Las
siempre obligatorias “Maggie” (el clásico homenaje a una de las
bandas que más les influyeron, The Faces) y “Llamando A La Tierra” suelen
ser de las más coreadas. Con la primera, Carlos Tarque se mezcló con
el público, abrazando al personal, provocando las sonrisas
y los flashes a su paso. Con la segunda, el público ejerció de coro
como suele ser habitual, creando un ambiente de fiesta en todo el
teatro.
Aún
faltaban los bises. Entraron flojos con “Nadie Se Acordará De Ti”
(evitable) y con “Pasos De Equilibrista” (con un guiño al
“HalleluJah” de Leonard Cohen). Los murcianos volverían a desaparecer del
escenario para que los jalearan algo más, y volverían con las dos
últimas (“Miedo” y “Quédate A Dormir”).
Aunque
al final uno piense en alguna canción que pueda mejorar su
repertorio (“Se Hizo De Noche Cuando Te Conocí”), este está
plagado de éxitos incontestables perfectos para el directo y sería
injusto reprocharles algo. Lo realmente importante es el entusiasmo que mantienen la dupla Ruiperez-Tarque y lo bien que saben transmitirlo en vivo. Ojalá sea así por mucho más tiempo.
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