CRÓNICA CONCIERTOS / Navia Suena 2021

NAVIA SUENA`21

Del 17 al 27 de julio de 2021 (Navia)

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TEXTO y FOTOS: Jonathan Pérez del Río

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Se acabó (esquivando la lluvia) el Navia Suena, y es momento de hacer repaso y balance de lo que fue esta primera edición, que esperemos que sea la primera de muchas, y a poder ser, el año que viene que regrese de la manera en la que se celebraban los conciertos en un pasado que parece ya lejano. Crucemos los dedos. 

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CÓMPLICES

SÁBADO 17 JULIO 

Teo Cardalda (ex de los legendarios Golpes Bajos) y María Monsonís fueron los encargados de inaugurar el festival, un honor que debería haber recaído en Bruna, quienes desgraciadamente se vieron obligados a cancelar su actuación por motivos de salud. Cómplices desempolvaron clásicos del pop nacional como “Nada es para siempre” o “Es por ti”, en todo un (azucarado) ejercicio de nostalgia. 

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LOS DELTONOS

DOMINGO 18 JULIO 

Era la quinta vez que la carretera me cruzaba con los cántabros Los Deltonos, y puedo asegurar que nunca les había visto en mejor forma: enérgicos y mucho más inspirados que en otras ocasiones. Y eso que el ambiente estaba un poco frío con tanta butaca vacía. Hendrik Röver y sus secuaces destilaron rock and roll de alta graduación, que como un buen trago de bourbon a pelo, no es algo que todo el mundo sepa apreciar. Por ello están condenados a transitar por carreteras secundarias, por garitos de extrarradio, a moverse lejos de los radares comerciales. A ellos les da igual, llevan más de tres décadas ofreciendo grasa saludable, y visto lo visto, todavía tienen el depósito bien lleno de gasolina. 

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HIJA DE LA LUNA

+ OTUS SCOPS

JUEVES 22 JULIO 

Poner a Otus Scops como grupo invitado de un tributo a Mecano es como mezclar agua con aceite. De todos modos, el eclecticismo del trio de Luarca les permite recursos para adaptarse a casi cualquier situación. Pudimos comprobar como suenan en directo algunos temas de su nueva cosecha, "¡Más sabroso!", su tercer disco, del que tocaron "Amante flamante" o "Plumero de la pampa", y también "El jubilado", una canción inédita. Las mezclaron bien con sus revisiones habituales de clásicos del surf como "Riders in the sky", "Rumble" o "Wipe Out". Un bolo tan divertido como sus trajes. 

No seré yo el que alimente ese debate tan trillado sobre los grupos tributo. Para algunos, unos impostores; para otros, una agradable forma de fantasear con cómo hubiese sido ver al artista original. Los sevillanos Hija de la luna recuperan el espíritu y la esencia de la última gira de Mecano en aquel verano del 91, hace ya tres décadas, y lo hacen de una forma fiel y sincera, con mucho respeto y admiración, y eso se palpa en la forma en la que manejan un repertorio sencillamente incontestable: "La fuerza del destino", "Me cuesta tanto olvidarte", "No es serio este cementerio", "Maquillaje", "Una rosa es una rosa", "Hoy no me puedo levantar", "Cruz de navajas", "Mujer contra mujer"..., cuesta imaginarse a alguien más adecuada que la vocalista Robin Torres para transformarse en Ana Torroja.

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RODRIGO CUEVAS

+ NACHO ÁLVAREZ

VIERNES 23 JULIO 

Las nubes descargaron durante la tarde, y la amenaza de diluvio se disipó en una noche agradable. Lo celebró el encargado de abrir la velada, Nacho Álvarez, una especie de cruce entre Tom Waits, Nick Cave y El Drogas. Oriundo de Luanco, Nacho y sus secuaces (un cuarteto formado por contrabajo, guitarra y batería) se marcaron unos boleros goteados por whisky y cargados de humo de cigarrillos. Una propuesta arriesgada (que no acabó de conectar del todo con un público que esperaba otra cosa y a otro protagonista) pero que sería sumamente atractiva en algún garito de catacumbas.  

Salió a escena Rodrigo Cuevas con la confianza del que se sabe ya ganador antes incluso de afinar la primera nota. El asturiano es todo desparpajo, todo confianza. No es para menos, su apuesta era, cuanto menos, arriesgada: derribar con un martillo el muro de lo tradicional (muñeiras, fandangos y xiringüelus) y fusionarlo sin complejos con la electrónica y los sonidos digitales. Rodrigo agita con ganas el folclore tradicional asturiano y gallego y le da una buena sacudida. Es verdad que entre canciones se excede en el discurso, pero se le perdona todo, pues sus intervenciones serían celebradas en El Club de la Comedia. Un show divertido, innovador, con un sonidazo y unos arreglos fantásticos. "O le ponemos poesía a este mundo, o le ponemos fecha y hora", dijo. Él ya aporta su granito de arena: todo su arte. Que no es poco. 

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TABURETE

+ STAYTONS

SÁBADO 24 JULIO 

Les tenía especiales ganas a Staytons. Me había gustado (mucho) lo que había escuchado de ellos en discos, pero había que ver si todo eso se llevaba con acierto al formato de directo. No solo eso, sino que los de Villaviciosa dieron un concierto muy maduro. Aprovecharon cada uno de los minutos que estuvieron sobre el escenario, y todos esos singles ("Corazón de Latón", "11:05 (Somebody in the night)", "Son of Santa Fe") que suenan tan bien en el estudio, sonaron impecables en directo. El estar en un mercado pequeño como Asturias juega en su contra, porque desde luego deberían estar dando muchísimo más que hablar. 

Es un error muy común ignorar a los teloneros. Un error que cometieron todos aquellos que acudieron con la intención de ver únicamente al reclamo de la noche, Taburete. Sé que muchos están esperando morbo en estas líneas, ya que muchos son los que me preguntaron por su concierto. La prensa (atraída por el ruido que podía generar mencionar el apellido de uno de sus integrantes) se empeñó en darles bola. Todo el mundo sabe (ellos, y también nosotros) que gran porcentaje de su éxito viene de ello, pero Taburete, a diferencia de otros, sí que han sabido aprovechar esa oportunidad, a pesar de que su formula no es ninguna que no hayan intentado tantos otros grupos con aspiraciones a sonar en las radio-formulas comerciales. Me gustan más cuando sacan su lado fronterizo ("Mexico DF"), o dicho de otra manera, cuando se acercan más a Depedro que a El Canto del Loco, a quienes versionaron con "Una foto en blanco y negro". La fama y el éxito es caprichoso, y la mayor parte de las veces no gana quien llega primero, sino quien llega justo a tiempo. Ellos siguen acudiendo puntuales a sus citas, y de paso, mejorando a base de tocar y girar por grandes recintos y festivales.

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M CLAN

+ VENTURI

DOMINGO 25 JULIO 

Llegué con la lengua fuera para coger a los madrileños Venturi en la recta final de su show. Desde la distancia escuché como iban con el acelerador pisado a fondo, con ese sonido que puede llevarnos desde el punk rabioso hasta el power pop. Pueden recordarnos a los Strokes más salvajes o a los grupos más gamberros de la movida madrileña (versionaron a Parálisis Permanente). Me supo a poco. Espero verles pronto, y a poder ser, desde el principio. 

M Clan no necesitan ninguna presentación, pues llevan presentes en nuestra vida desde hace cuatro décadas. Tarque comentó las ganas que tienen de un poco de electricidad (de los conciertos con banda) pero en formato acústico tienen la suya propia, la provocada por el público, que cubre la ausencia de distorsión con sus voces. Un público que se vacía desde la primera canción, y es algo que los murcianos se han ganado a pulso. Carlos y Ricardo saben que su set-list está plagado de ases en la manga, y no esconden ninguna de sus cartas: éxitos imprescindibles del pop rock patrio. Su acústico está a la altura de su nombre.  

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LUAR NA LUBRE

+ ÚN DE GRAO

LUNES 26 JULIO 

Cargado únicamente con su guitarra acústica, José Martínez Álvarez (aka conocido como Ún de Grao) apareció solo ante el peligro, y él solito se bastó para llenar el escenario. Diestro a las seis cuerdas, José tocó arpegios que llenaron el instituto Manuél Suárez de preciosas melodías. "Los artistas deben de tener la libertad para hacer lo qué les de la gana" dijo, y él predica con el ejemplo: José bebió en su juventud del hard rock y del rock progresivo de los años 70 y eso se nota en la manera en la que les da una vuelta de tuerca a las tonadas tradicionales. Impecable a la voz y a la guitarra. 

Desde Galicia al mundo, Luar na lubre gozan de excelente reputación y no solamente dentro de nuestras fronteras. Reputación justificada, pues la banda de A Coruña suena deliciosamente bien en directo. El octeto (Bieito Romero -gaitas, acordeón y zanfoña-, Nuria Naya -violín-, Patxi Bermúdez -bodhran, tambor y djimbek-, Xavier Ferreiro -percusiones-, Xan Cerqueiro -flautas-, Brais Maceiras -acordeón- e Irma Macías -voz-) nos invita a un viaje agradable por la cultura celta. También un recorrido didáctico, especialmente cuando Bieito toma la palabra para presentar cada una de las piezas. 

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KIKO VENENO

+ PRIMAS HERMANAS

MARTES 27 JULIO 

Gallegos y asturianos, primos hermanos. De ahí viene precisamente el nombre de este combo de señoritas. Primas hermanas confeccionan canciones con sencillos acordes abiertos y con letras que, aunque puedan parecer infantiles, tienen en el fondo un mensaje que masticar. Aunque les separen dos décadas, Covadonga de Silva (ex de Nosoträsh y de Petit Pop) y Antía Eseuve (Casa Manuela, Concertino) se complementan divinamente. 

La misión de clausurar el festival recayó en el mismísimo Kiko Veneno, auténtica institución de nuestra música. Como el Quijote, Kiko no venía solo, y en Félix Roquero tenía a su Sancho Panza, un crack que no es precisamente manco ni con la guitarra ni con el violín. A pesar de los problemas técnicos, si Kiko estaba incómodo con el sonido, no se le notaba. Y es que Kiko, al igual que los gatos, pase lo que pase, parece caer siempre de pie. Pasan las décadas y su voz sigue sonando poderosa, y sus inconfundibles letras (micro-cuentos en canciones; poesía de barrio) se mantienen igual de frescas que el primer día. Por si acaso hay alguno que piensa que Kiko Veneno es uno de esos dinosaurios que vive arrastrando su nombre, el catalán ya se encarga de callar bocas cada vez que pisa un escenario. A punto de cumplir setenta palos y ahí sigue, en plena forma. "Volando voy" fue la canción con la que se despidió Kiko, y con la que clausuró un festival que quedará en el recuerdo por ser uno de esos eventos atípicos celebrados en una época pandémica.