CRONICA MAREA
MAREA
Ferial de Muestras (Gijón)
28 de abril del 2012
Los navarros Marea pasean todo su repertorio de poesía urbana ante un público entregado al que le dio igual el sonido mejorable y lo oxidado que está aún el último disco.
Llevaban
tiempo sin pisar Asturias, y se les esperaba con ganas. De sobra es
sabido que el Principado no está en el mejor lugar en cuanto a conciertos de nivel se refiere y cualquier bolo de cierta entidad es bien
recibido.
Muchos
estrenábamos el Ferial de Muestras, recien desvirgado en esto de los
shows en vivo, y las incógnitas sobre el sonido eran muchas. Este ya
estaba altísimo con lo teloneros, con una reverb elevadísima. Algo que
no molestó a Belo Y Los Susodichos, que se vieron ante 3000 personas
(cifras que baraja la organización) con la posibilidad de dar el
concierto de sus vidas. De ahí su excesiva motivación, sus
innumerables muestras de cariño hacia el público y sus ganas de
agradar.
En lo musical bien, en la actitud más que mejorar, con esas
poses de estrellitas del rock (especialmente en alguno de sus
guitarras) que ponía caras que bien podría poner un actor porno en
plena felación (“Oh si nena si”) mientras mascaba chicle con
aires de suficiencia. Casi 60 minutos para darse a conocer ante la
multitud y vender bien alguno de sus compactos.
Media
hora de espera por delante (bien podrían haber puesto himnos del
rock nacional para amenizar), que por suerte no fue a más, pues los
navarros Marea salieron con bastante puntualidad.
Desde
el comienzo asomó el principal handicap, nuevamente el sonido y la
reverb (ambos demasiado altos). Nada que reprocharles en lo demás.
Marea
son como sus paisanos navarros de Osasuna (valga el símil
futbolístico). Las cosas que saben hacer las hacen mejor que nadie.
Sin alardes, sin contemplaciones. Sencillos y campechanos, destilan
su rock and roll con suficiencia, con la confianza de tener una buena
acogida, conservando su patente a caballo entre riffs de AC/DC y la
prosa de Extremoduro, mientras Kutxi escupe los mejores versos que se
pueden encontrar en el panorama nacional. Tocarían los Marea unas
largas dos horas y media pasadas, a las que sacarían provecho de
sobra. Cumplirían con el cometido de presentar su nuevo disco (“En
Mi Hambre Mando Yo”) del que tocaron todo (abriendo, como no podía
ser de otra manera con “Bienvenidos Al Secadero”), aunque
entremezclándolo con cortes clásicos, mucho más engrasados en el
directo, y mucho más demandados por el respetable, que se venía
arriba con facilidad en cuanto sonaban “La Rueca”, “En Tu
Agujero”, “Trasegando”, “Ciudad De Los Gitanos” o “Romance
de José Etxailarena”, “Como el Viento de Poniente”, “Perro
Verde” y, como no, para el cierre, “Marea” en unos
más que generosos bises.
Parece
que la exigente gira que tenían sobre los hombros no les afectaba en
absoluto, puesto que hacían gala de una forma y un estado de ánimo
envidiables, especialmente Kutxi, demasiado suelto tanto en los
discursos como en las formas, ofreciendo su faceta más extrovertida,
y demostrando que como predicador no le tose ni dios.
Entre
canción y canción, discurso o fandango, y entre medias, cigarrillo
(que más da uno más si allí fumaba todo dios) y/o cacharro (hasta
6 o 7 le conté). Y bajo su mandato, se destapaba un campechano
“Colibrí” con los mejores riffs de la noche, o el “Piñas”,
que a la tercera canción ya lucía torso y tatuajes, pues su bajo ya
copaba mucho protagonismo con un sonido poderoso.
En fin, que nunca está de más pasarse por uno de sus directos y repasar con ellos a grito pelado canciones que ya forman parte de la historia del rock patrio.
Comentarios
Publicar un comentario