CRÓNICA GRÁFICA / Automatic Kafka
Sobrepasada la década de vida, apostar por la supervivencia de Automatic Kafka era lanzar una moneda al aire, pero lo que les diferencia de Gregorio Samsa -protagonista de "La metomorfosis" de Franz Kafka- es que ellos, en lugar de perecer lentamente, han seguido remando contra corriente negándose a morir en la orilla.
Su particular "Metamorphosis" es también el primer disco de su carrera, lanzado (y ya tiene narices) en medio de una pandemia mundial. Si como suele decirse, lo que no te mata te hace más fuerte, esta banda de Mieres tiene unas cuantas vidas extra por delante.
Empatizando con ellos, cualquiera que no sea un robot puede adivinar las ganas que tenían de presentar su disco, en vivo y en directo, y además jugando en casa. Anoche se quitaron esa espina clavada. Lo tocaron enterito, de arriba a abajo, permitiéndose la licencia de alterar el orden para ir in crescendo y terminar por todo lo alto con tres de los cartuchos más poderosos del disco: "Aliens", "Black Rainbow" y "Metamorphosis".
Había tensión en el camerino. Enfilaron el escenario tan motivados como nerviosos. 45 minutos después habían concluido su propio exorcismo. Hubo errores puntuales debido a estar oxidados, pequeñeces en cuestiones de directo que seguro que no impidieron que Broonko Lee, Fab Martorano, Dann Margo, Turo Will y Rud Trelles se fuesen a la cama con una sonrisa dibujada en la cara. No era para menos: habían superado con nota una auténtica prueba de fuego. Ahora solo falta que, la próxima vez que se suban a un escenario, no lo hagan tan atenazados, y puedan disfrutar la experiencia plenamente. Se lo han ganado.
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