LITERATURA / Terry Pratchett

TERRY PRATCHETT
Mascarada


Puede que "Mascarada" no sea el mejor punto de partida para adentrarse en el universo fantástico de Terry Pratchett (Beaconsfield, Gran Bretaña, 1948 - Salisbury, Wiltshire, Inglaterra, 12 de marzo de 2015), pero antes siquiera de pedir consejo a los que conocen su obra, me puse con la lectura de esta peculiar visión del Fantasma de la ópera con dos brujas de Lantre como protagonistas. Un libro perteneciente a la extensísima saga "Mundodisco". Si van a empezar con Terry, no cometan el mismo error que yo: empiecen por el principio. 

Una mañana se había levantado con el horrible descubrimiento de que le había tocado vivir con la carga de una personalidad encantadora. Así de simple. Ah, y un pelo muy bonito. 
Lo malo no era tanto la personalidad, era el "pero" que la gente añadía siempre cuando hablaba del tema. "Pero tiene una personalidad encantadora", decían. Era la falta de opciones lo que le dolía. Nadie le había preguntado, antes de nacer, si quería una personalidad encantadora pero un cuerpo que cupiera en los vestidos de la talla 9. En cambio, la gente se esforzaba al máximo por decirle que la belleza solamente estaba de piel para adentro, como si alguna vez un hombre se hubiera enamorado de un atractivo par de riñones. 

.........

- Ahora va la obertura -dijo-. Es una especie de muestra gratuita de lo que va a pasar. También viene un sumario de la historia. La Triviata. 
(...) - Bueno, en realidad es bastante simple -dijo por fin-. Hay mucha gente enamorada de otra gente, mucha gente que se disfraza de quien no es y mucha confusión general, hay un sirviente con mucho morro, nadie sabe realmente quién es nadie, un par de viejos duques se vuelven locos, hay un coro de gitanos y etcétera. Una ópera típica. Probablemente alguien va a resultar ser el hijo desaparecido mucho tiempo atrás de alguien, o su hija o su esposa. 


.........

Además, era lo bastante esnob como para confundir la mala educación con la buena cuna. De la misma forma que la gente muy rica nunca puede estar loca (sino que son excéntricos), tampoco pueden ser maleducados (sino que son directos y no se andan con rodeos).

.........

Agnes cerró los ojos, apretó con fuerza los puños, abrió la boca y gritó.
Empezó siendo un sonido grave. Del techo se puso a llover polvo de yeso. Los prismas de la lámpara de araña tintinearon suavemente mientras temblaban.
Y se elevó, pasando rápidamente por ese tono a catorce ciclos por segundo en que el espíritu humano empieza a sentirse claramente incómodo con el universo y con el lugar que las tripas ocupan en él. Por todo el edificio de la Ópera la vibración empezó a hacer caer de las estanterías objetos pequeños que se estrellaron en el suelo. 
La nota ascendió, tañó como una campana y ascendió más todavía. En el Foso, todas las cuerdas de los violines se partieron, una tras de otra. 
A medida que el tono se elevaba, los prismas de cristal de la lámpara temblaban más y más. En el bar, los tapones de las botellas de champán dispararon una salva. El hielo traqueteaba y se resquebrajaba en su cubo. Una hilera de copas de vino se unió al coro, con los bordes borrosos por la vibración, y después explotaron como si fueran vilanos de cardo peligrosos y con actitud. 
Había armónicos y ecos que causaban extraños efectos. En los camerinos el maquillaje del número 3 se derritió. Los espejos se resquebrajaron y llenaron la escuela de ballet de un millón de imágenes fracturadas. 
Se levantó una polvareda, cayeron los insectos. Las partículas de cuarzo de las piedras del edificio de la Ópera danzaron un instante muy breve...
Luego se hizo el silencio, roto de vez en cuando por algún golpe o algún tintineo. 
Tata sonrió.
- Ah -dijo-. Ahora sí que se ha acabado la ópera. 

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