LITERATURA / Fernando Schwartz
FERNANDO SCHWARTZ
El desencuentro
Fernando Schwartz nació en Suiza, pero vivió en Roma, Viena, París, Centroamérica, Londres, Nueva York, Kuwait o La Haya. Diplomático hijo de diplomáticos, el no pertenecer a ningún lugar le permitió tener una visión cosmopolita. "El desencuentro", le otorgó en Premio Planeta en 1996. El título es idóneo, pues en la trama de este drama, los dos protagonistas intentan acercarse (sin éxito) durante el transcurso de las páginas y de su propia historia.
Eres hermosa y buena, raro consorcio el de la Virtud y la hermosura. Privilegio de unos pocos tan sólo. Siempre ha sido muy difícil pasear a la belleza por el pantano del mundo. (...)
Nunca escribo a nadie. Cuando tengo alguna cosa urgente que decir, se la digo al viento. Me gusta confesarme con el viento. Lo cual es como confesarme con un Dios. (...)
Nunca escribo a nadie, pero un día y ano puedo más y siento un deseo irrefrenable de hacer del silencio un grito palpitante. Porque uno no debe hablar más que para decir la verdad o confesar algún pecado.
.........
Se inclinó un poco hacía mí, (...) y poniéndome la mano libre en la mejilla me dio un beso. Olía un perfume indefinido, una mezcla suavísima, casi imperceptible, de violetas y lirios o de rosas tal vez, una blandura. Imagino que así era el olor natural de su piel. (...)
Aún hoy hay veces en que de pronto me asalta; no sé por qué, será una conjunción de los aromas de muchas plantas en primavera, algo que está en el polen de las flores, una sugerencia que flota en los atardeceres, una mezcla irrepetible que me hace detenerme y olfatear para que no se me escape ese instante sublime en que lo reconozco entre todos los olores que me son familiares.
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