CRONICA GANSOS ROSAS

GANSOS ROSAS
Sala Acapulco (Gijón)
10 de febrero del 2012


Demostración demoledora de una de las mejores bandas tributos que se pueden encontrar a día de hoy. Como un gran concierto de los verdaderos Guns N Roses.


Uno suele ser bastante cauteloso/prudente/circunspecto cuando hay grupos tributo de por medio. Algo comprensible de primeras, pues se les suele achacar aquello de no ser originales por tener que recurrir a temas de otros grupos y bla bla bla. Aparcados los hándicaps, los Gansos Rosas tienen uno aún más importante, ya que la banda a la que homenajean son unos chicos llamados Guns N Roses que en otro tiempo fueron la banda de rock más importante del planeta. Los que ya conocíamos a los Gansos no teníamos ningún inconveniente con lo citado, pues esperábamos una descarga sin concesiones del mejor rock posible. Y eso fue, exactamente, lo que ocurrió. 


Algo más de media entrada en la siempre glamurosa Acapulco de Gijón. No está mal para un grupo tributo. 

Para cuando los primeros acordes de “Nightrain” atronaron la sala, ya nadie de los escépticos tenía argumentos de peso para negarse a la evidencia. Uno puedo cerrar los ojos y hacer la prueba. ¿Son los putos Guns? 


Por delante, dos horas y 15 canciones incontestables una tras otra. Mi anterior encuentro con ellos fuera hace 2 años y, en aquella ocasión, tenían en nómina otro vocalista (Dani), que a mí, personalmente, me gustaba más que el nuevo (Mr.Ross). Vale que el actual tiene esos aires de grandeza “made in Axel” y esa estética de divo a caballo entre el glam y el hardrock, pero ni se mueve ni canta como lo hacía Dani, más preocupado en intentar imitar a Axel.

Ross se enrolla demasiado cual predicador, y consigue que la audiencia se apalanque, se enfríe, y más teniendo en cuenta que lo hace en un inglés nativo (pues es de Londres) y un alto porcentaje de la audiencia (inclusive algún Ganso que intentaba hacer labores de traductor, muchas veces con dudoso éxito) no se enteraba de nada. Ese es su principal defecto, pues como vocalista tiene un chorro de voz poderoso y perfectamente válido para esta empresa. 


Aún así, pocos momentos de respiro. Se suceden “Mr.Brownstone”, “It´s So Easy”, “Live And Let Die”, “Dust N Bones”, “Civil War” y “November Rain”, y a estas alturas todos los allí pueden asegurar que repetirán en la próxima visita de los Gansos, pues se muestran entregados.

Suena marcando el ecuador la BSO de El Padrino y un coro masivo se anima a acompañar al guitarrista en su solo. Tiempo para los principales ases de la baraja. “Sweet Child O´Mine”, “Welcome To The Jungle” y “You Could Be Mine”. Aquí es donde realmente se aprecia su potencial, pues es verdad que el repertorio que tienen a su disposición es incontestable, pero el riesgo de no hacerlo a la perfección lo convierten en un arma de doble filo. 


Y tras la tormenta, llega la calma, con la parte del repertorio más melosa y sosegada. “Knockin On Heaven´s Door”, “Rocket Queen” (me sorprendió gratamente que la incluyeran), “Used To Love Her” y la preciosa y coreada “Don´t Cry”.

Como era de esperar, el broche final y el correspondiente desfase llegaba con el siempre imponente “Paradise City”, con el que es imposible no venirse arriba.
Dos horas y 15 temas después, los Gansos han demostrado que siendo tan buenos, hasta los grupos tributo tienen groupies. 

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