LITERATURA / Edgar Allan Poe

EDGAR ALLAN POE

La Carta Robada

Huérfano y enfermizo, sensible y truculento, lúcido y delirante. Edgar Allan Poe encarna como pocos la figura del poeta maldito. El alcohol y la neurosis marcaron una vida breve y desquiciada. Y a pesar de todo, Poe se convirtió en un maestro del cuento del terror y del de raciocinio, como en este caso que nos ocupa, "La Carta Robada", un relato detectivesco que nada tiene que envidiar a los grandes especialistas del género. 

-Es solamente -dije- una identificación del intelecto del razonador en relación con su oponente. 

-Lo es -dijo Dupin-. Y, al preguntar al niño por qué medios efectuaba la identificación exhaustiva en la que consistía su éxito, recibí la respuesta que sigue: "Cuando deseo saber cuán sabio o estúpido o bueno o malvado es alguien, o cuales son sus pensamientos en ese instante, imagino la expresión de mi rostro, tan exactamente como sea posible, en consonancia con su expresión, y luego espero a ver qué pensamientos o sentir surgen en mi mente o en mi corazón, como para coincidir o corresponder con la expresión". Esta respuesta del colegial yace en el fondo de toda profundidad espuria que ha sido atribuida a La Rochefoucault, La Bougive, Maquiavelo y Campanella. 

-Y la identificación -dije- del intelecto del razonador con el del oponente depende, si le he entendido bien, de la exactitud con la que el intelecto del oponente se mide. 

......

¿Qué es todo este aburrido palpar, sondear e inspeccionar con el microscopio y dividir la superficie del edificio en pulgadas cuadradas ya registradas? ¿Qué es todo este sino una exageración de la aplicación del único principio o conjunto de principios de búsqueda, que se basan en el único conjunto de nociones referido a la ingenuidad humana, al que el prefecto, en la larga rutina de su deber, ha estado acostumbrado? (...) ¿Y así su descubrimiento depende, en absoluto de la sagacidad, sino totalmente del mero cuidado, paciencia y determinación de los buscadores?