CRÓNICA CONCIERTOS / LOS ZIGARROS + THE ELECTRIC BUFFALO
LOS ZIGARROS
+ THE ELECTRIC BUFFALO
Sala Estilo (Oviedo)
Viernes 27 de octubre de 2017
Llegaban Los Zigarros a la capital asturiana, y el
concierto estaba marcado por el posible estado de salud de Álvaro Tormo, ingresado
recientemente en el hospital por una infección en la garganta, circunstancia
que les obligó a aplazar un concierto en Granada, y a salvar el de
Huercal-Overa en formato trío. Por ello Ovidi pidió en más de una ocasión
aplausos para su hermano, bromeando con que había estado unos días en el
infierno. Y lo cierto es que regresó como un misil, porque Álvaro estuvo
especialmente activo durante todo el show.
Pero vayamos por partes, porque los primeros en
aparecer fueron The Electric Buffalo, banda local invitada para la ocasión. El
trío de Oviedo formado por el guitarrista Álvaro Bárcena, el bajista Sergio
Rodríguez “Tutu” y el batería Wilón de Calle, se convirtió en cuarteto para la
ocasión, contando con la presencia a las teclas de Sam Rodríguez. Sam fue un
acierto, y aportó una añadida paleta de colores a canciones elaboradas con mimo.
Cuatro forajidos de la escena asturiana
acostumbrados a transitar por carreteras secundarias, conduciendo, eso sí, con
la música de Gov´t Mule, Neil Young, Crowded House, Blackberry Smoke o los
Allman Brothers mientras el viento sureño les azota la cara. Y esa son las
influencias que se pueden palpar en su música. La cálida voz de Álvaro ayuda a
meterse en materia, el sonido es pulcro, y la buena ejecución de las canciones
incuestionable, y sin embargo, notamos que falta algo más, pues no acaban de
meter al público en el ambiente de una noche de concierto. Quizás muchos de los
presentes no comulgaban con el Southern Rock o el Country Rock, o quizás eran algunas
de sus canciones las que no acaban de enganchar. Y eso que hubo cosillas
interesantes: como los desarrollos que adquiere “Cheap Philosophy” o la
crepuscular de “Wait For Us”. Al que esto firma desde luego que le convencieron
y les pincharé en Adouma en más de una ocasión.
Como iba diciendo, el otro Álvaro, el de Los
Zigarros, iba en un tren de alta velocidad y únicamente Adrián
Ribes con su consistencia a la batería parecía seguirle el ritmo. El sonido al comienzo no fue muy
allá, y eso, unido a que las canciones que abrieron el concierto no son
precisamente de las más abrasivas (y ojo, que estamos hablando de “Baila
Conmigo”, “Tendrías Que Haberla Visto Bailar”, “Tenía Que Probar” o “Desde Que
Ya No Eres Mía”, canciones que ya quisieran para su repertorio la mayoría de
las bandas de Rock del país) hizo que la cosa tardase en entrar en calor.
Eso
sí, fue prender la mecha con “Cayendo Por El Agujero” y subirse todos a una a
la chepa de Álvaro, que ya iba embalado cuesta abajo y sin frenos. Con el fuego
en el cuerpo, Ovidi, Adrián y Nacho atacaron como demonios pildorazos cojonudos
como “Resaca”, “Voy A Bailar Encima De Ti”, “A Todo Que Sí”, “Hablar, Hablar,
Hablar”, “Dispárame” (con guiño al “My Sharona” de The Knack por el medio), y
el bis final, “Dentro De La Ley”, que en realidad fue la penúltima, pues el
broche lo puso otra versión, otro clásico, el “My Generation” de los Who. Y
digo otro clásico porque antes habían rendido homenaje a uno de los últimos
caídos y uno de sus ídolos, Tom Petty, con “American Girl”.
Los Zigarros venían de estar en una nube tras abrir
ante 50.000 personas para los mismísimos Rolling Stones, y tras su paseo por el
cielo, bajar a la tierra y tocar en recintos mucho más modestos tuvo que
suponer un contraste importante. Afortunadamente, estos auténticos jornaleros
del Rock And Roll son unos profesionales y entregaron hasta la última
gota de sudor ante un público mucho más escaso, pero más entregado, sus verdaderos
fans. Y que nadie lo dude, el número de zigarreros
no deja de crecer.
Comentarios
Publicar un comentario