FOTOGRAFÍA / Paco Verdugo
Conocí a Paco Verdugo en El Paso, un garito que quedaba en el recuerdo de todo aquel que lo visitaba. Al preguntarle qué significó para él, Paco me respondió: "Cuando pasas de los 40 no esperas descubrir que en un lugar en mitad de la nada cerca de Cudillero existiese un viejo caserón que con el tiempo se convertiría en mi segunda casa. Un sitio en el que además de sonar música, desprendía magia, buenas vibraciones, buen rollo…".
Esas buenas vibras se transmitían, en parte, gracias al carisma de su gerente, Rafa. "el capitán de la nave se convirtió en mi amigo. Rafa dirigía ese barco en el que no sólo la música era el eje central. Lo mejor fue la gente que allí coincidíamos, que con el tiempo se convirtieron en familia".
Desgraciadamente Rafa ya no está con nosotros. El Paso tampoco. Pero como bien dice Paco, "su legado y los lazos afectivos que allí se crearon siguen en mi (nuestra) cabeza y ahí seguirán por siempre".
En El Paso Paco pudo dar rienda suelta a dos de sus pasiones: la música y la fotografía. Dos artes que se unen gracias a su cámara, con la que captura y congela momentos inolvidables. Eso me lleva a hacerle otra pregunta comprometida.
¿Cuáles fueron los mejores conciertos que has visto a lo largo de todos estos años? "No es una tarea fácil, pero voy a intentarlo. Mi big brother desde siempre es Bruce Springsteen, así que cualquiera de los 15 conciertos a los que asistí tienen que estar en esta lista, aunque no todos tuvieron el sonido que se merece. Por el espectáculo audiovisual, el concierto de Michael Jackson en Oviedo con Slash de invitado sorpresa está sin duda en el top de la lista. Jerry Lee Lewis, The Beach Boys, The Chieftains, Van Morrison, Willy Deville, Rolling Stones, Juan Perro, Elton John, Kepa Junquera, Oskorri… por citar algunos nombres mainstream (y otros no tanto) y de los que en algunos casos ni soy ni he sido fan pero que han dado bolos que permanecen en mi recuerdo".
Pero Paco no se alimenta solo de grandes leyendas ni de conciertos de estadio. "Hay un sinfín de músicos y bandas asturianas, nacionales e internacionales en pequeñas salas, bares o chiringuitos donde hay una verdadera fusión entre músicos y público por la cercanía. Quiero desde aquí agradecer a todos los pequeños (y no tan pequeños) recintos que programan música en directo porque es una actividad cultural importantísima no siempre reconocida".
Y yo suscribo sus palabras, una por una, pues también acostumbro a moverme en garitos de carreteras secundarias, lejos de los grandes focos, de agobios, de instagramers. Esos garitos dónde la gente sí que acude con la intención de escuchar música. Esos garitos donde uno puede encontrarse a gente que siempre suma, como Paco, al que le quería dedicarle una entrada en el blog desde hacía ya tiempo. Ahora ya podéis cotillear los fotones que se marca.😎
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