CRÓNICA FUEL FANDANGO

FUEL FANDANGO
Sala Acapulco (Gijón)
29 de noviembre 2013

Venía al Principado uno de los grupos en mejor forma del panorama nacional. Respaldados por crítica y público, Fuel Fandango cumplieron con las expectativas y se mostraron como perfectos anfitriones de una buena fiesta. 


Había cierta expectación en las puertas de la Sala Acapulco de Gijón, ciudad donde Fuel Fandango se estrenaban. Aunque el concierto estaba programado para las 21:00, la cosa se fue retrasando, y hasta las 21:45, ya con la sala casi abarrotada, los cordobeses no salieron a escena. Todo muy "made in Spain". 
Ale Acosta y Nita se conocieron por los bares nocturnos, y el feeling musical hizo el resto. Él venía de la electrónica. Ella, del flamenco. Ambos vieron claro que esto podía ser perfectamente compatible. No inventaron la rueda, pero si un producto que se vende por si sólo, sin ayuda de sonar enchufados en las radios comerciales. El soul y el funky siempre fueron aptos para la pista de baile, y aderezados con unas bases de electrónica y un poquito de flamenco podrían dar como resultado algo realmente adictivo. Así fue. El éxito del que ahora gozan, llenando salas allá por donde van, no sorprende.


Flores y plumas de pavo real (atrezo encargado de decorar las portadas de sus dos discos) lucen en el escenario. Escenario que Acosta será el primero en pisar, tirando de electrónica en la Intro para calentar a un público ya de por si caliente. Grupos de mujeres de todas las edades copaban las primeras filas, algunas vigiladas de cerca por algún novio que se vio arrastrado al concierto quizás por compromiso. Sin embargo, hasta los que estaban allí de rebote bailaron como se merecía la ocasión.

Recién salido del horno, su disco de reválida "13 Lunas" funciona sorprendentemente bien para el poco tiempo que lleva en el mercado. Durante los casi 90 minutos de actuación, fueron combinando los cortes de su excelente debut homónimo con los de más reciente factura, entre las que destacaron el single "New Life" y la encargada de dar título al plástico.


Como a todos, la naturaleza les ha dotado de incisivos, y sólo cuando los enseñan se ve con claridad la pegada de Fuel Fandango, en donde el papel del batería Carlos Sosa se antoja capital, pues cuando este coge ritmo, la cosa se enciende notablemente. La vena rockera asoma en "Read My Lips" ("sólo una cosa, lee mis labios" un mensaje en boca de Nita -todo encanto la chica- que circuló bien claro por toda la sala) y una explosión de new soul se lleva por delante todo a su paso con "Shiny Soul" (no es osado afirmar que es uno de los hits más frescos de los últimos años en nuestro país). Ambas fueron de las más celebradas del repertorio y dieron paso a los bises, en este caso sólo uno, otro imprescindible de su repertorio como "Always Searching".

A pesar de algún que otro problemilla técnico (con los teclados al principio, con la percusión después) y de un pequeño desliz de Nita (en "Shiny Soul") nada de esto ensombrecería un concierto que hace justicia a uno de los grupos más en forma del panorama nacional. En constante progresión y subiendo.
 

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