CRÓNICA CONCIERTOS / Uzzhuaïa + Baja California

UZZHUAÏA

+ BAJA CALIFORNIA

Sir Laurens (Oviedo)

Viernes 20 de diciembre de 2019

___________________________

TEXTO y FOTOS: Jonathan Pérez del Río

___________________________

El pasado año Uzzhuaïa se reunieron para ofrecer 6 conciertos en 6 ciudades y celebrar sobre los escenarios el décimo aniversario de su celebrado "Destino Perdición". En aquel mini Tour, Asturias se había quedado fuera. Afortunadamente, anoche, todos aquellos que nos quedamos con las ganas, salivando, pudimos resarcirnos en una velada maravillosa. 

Una velada que abrieron Baja California, que jugaban en casa, algo que se notaba tanto por el número de colegas que acudió a verles, como por la motivación extra que mostraron sobre el escenario, con una entrega incuestionable a la hora de defender su repertorio.  Su repertorio y el ajeno, como cuando mezclaron "Reina de Hielo" con el "Thunderstruck" de AC/DC, o "Polvos Mágicos" con el "Shout" de los Isley Brothers. 

Con el escenario caliente Uzzhuaïa cogieron el testigo y rociaron de gasolina y whisky la sala Sir Laurens. Como es habitual, los valencianos pusieron su firma a un bolazo impecable donde picotearon entre sus seis discos de estudio, repasando sus dos décadas de historia. 

No obstante, al salir de la sala, el frío me azotó la cabeza y esta se me llenó de interrogantes: ¿Cómo es posible que una banda como Uzzhuaïa, que lo tenía (tiene) todo para triunfar -un directo explosivo, una poderosa puesta en escena, y sobre todo, un buen puñado de buenas canciones- no haya arrasado? ¿Es porque siempre se movieron en territorios poco fértiles -demasiado "blandos" para los heavies; demasiado "duros" para los rockers puristas-? ¿Es porque cantar Rock en la lengua de Cervantes -y no en la de Hemingway- es ir a contracorriente, cómo lo hace el salmón? ¿Quizás porque el Hard Rock en castellano no tiene tirón en nuestro país? ¿O es que sus seguidores, cegados por la pasión, perdimos cualquier atisbo de objetividad, y en realidad estamos equivocados, y Uzzhuaïa no son para tanto?

Esta última pregunta me da una punzada en el pecho que me saca como un resorte de mi ensimismamiento. Lo que me hace invocar lo vivido justo hace unos minutos, cuando entonabamos con ellos "Nuestra Revolución". ¡No! No estamos equivocados: Uzzhuaïa eran la ostia. Son la ostia. Lo son cuando aprietan el acelerador a fondo ("Cuando Ya No Quede Nada", "Desde Septiembre", "Directo Al Mar"), y lo son también cuando recurren a canciones ideales para llenar de electricidad recintos mucho más grandes de los que acostumbran ("Destino Perdición", "Magnífico Fracasado"). Definitivamente no. No podemos estar equivocados. 

Es normal entonces empatizar con ellos, y considerar que se merecían (merecen) muchísimo más reconocimiento. Es normal que piense que el éxito ha estado jugando con ellos al escondite. Aunque quizás en esto sí que pueda estar equivocado: el éxito también se mide en tener entregados desde el primer minuto de concierto a unos cuantos fans que les esperan con los brazos abiertos, y las gargantas predispuestas, desde cualquier rincón de la península. En eso sí que Uzzhuaïa son unos afortunados. 

Gritan en "Blanco Y Negro" eso de que "Todo lo que fuimos se quedó detrás / todo lo que andamos tuvo su final / pero hoy estoy aquí por tí". Nosotros estuvimos la noche del viernes allí por ellos. Y lo estaremos las veces que haga falta.