CRÓNICA CONCIERTOS / Sexy Zebras

SEXY ZEBRAS
Sala Billy Bob (Gijón)
Sábado 5 de marzo de 2022
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TEXTO y FOTOS: Jonathan Pérez del Río
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Las mudanzas son un auténtico coñazo, aunque siempre se hagan con cierta esperanza: un destino mejor; un cambio de aires necesario; una nueva oportunidad; o simplemente, seguir avanzando. Sexy Zebras se han trasladado a la “Calle Liberación” y han cambiado de compañero de piso.

El nuevo batería, Jesús Luna, es más ortodoxo a las baquetas que su predecesor, y su formación jazzística se nota a la hora de adaptarse al anterior repertorio de la banda, mucho más urgente, nervioso y distorsionado que el actual.  

La buena acogida de Jesús por parte de Gabi Montes (bajo y voz) y su hermano José Luna (guitarra y coros) es de celebrar, y el trío de Hortaleza afronta el futuro (y el presente) con energías renovadas. Encima, durante este proceso evolutivo (menos salvajes; más reflexivos) se han ganado un buen puñado de fans sin perder a los devotos de siempre.

El concierto de anoche lo arrancaron (con una hora de retraso, eso sí) con “Jaleo” y la Sala Billy Bob (llena hasta la bandera) se puso a votar, y ya no dejaría de hacerlo hasta el final del show.

Pese al cambio de registro, las canciones nuevas empastan sorprendentemente bien con las viejas, como si esta vertiente más pausada de los Sexy Zebras estuviese siempre en su ADN, como un cromosoma escondido. “Una canción para resucitar”“O todos o ninguno”“Marte” o “Nena” suenan cojonudas y no le pierden el pulso en ningún momento a trallazos mucho más musculosos como “La máquina”“Sexo o marihuana” o “Visitantes”.

Entre los dos extremos se posicionan dos de mis favoritas, “Crazy” y “Quiero follar contigo”, que ayudan a que el concierto respire. Algo necesario, y más anoche, pues el calor en la sala Billy Bob -un sótano, pequeño, estrecho, y de techo bajo- hizo que sudasen hasta los amplis, lo que propicio que parte del público se viniese arriba y se quitase la camiseta, contribuyendo a que se incrementase el olor a humanidad. Así son los conciertos de toda la puta vida, nada de zonas vips ni pijadas: todos al pogo y a respirar el mismo aire.

Sexy Zebras se despidieron con “Tonterías”, dejando bien claro que su directo sigue siendo igual de poderoso, y también que las salas se les están empezando a quedar pequeñas.







Comentarios

  1. Los zebras son siempre un seguro a la hora de ir a un concierto. Estoy completamente de acuerdo contigo las mudanzas son siempre una aventura. Y la de estos chicos me encanta solo espero que tengan toda la suerte que se merecen y con gente como tú seguro que lo logran. Gracias por tu crónica. un saludo.🦓😍🦓

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    1. Parece que van por el buen camino ;) Gracias a ti por tus palabras

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