LITERATURA / Herman Melville
HERMAN MELVILLE
The Bell-Tower
Encasillado como un escritos de crónicas marítimas, sería un error pensar en Herman Melville como únicamente el autor de "Mobydick". Por suerte, su obra se ha revalorizado con el tiempo, y el tiempo le ha puesto en un lugar digno para su categoría. En este relato corto encontramos misterio y arte, y un personaje interesante como Bannadonna, un excéntrico arquitecto que se mueve entre las dudosas buenas intenciones y las volubles pasiones de la masa.
Después de que los albañiles se marcharan, el constructor, al final del día, de pie en la soledad de su cima en eterno ascenso, cuidaba de descollar sobre muros y árboles cada vez más altos. Se demoraba allí hasta horas bien avanzadas, absorto en las formas de otras moles aún más altivas. El homenaje de aquellos que abarrotaban el lugar en la festividad de algún santo -y se colgaba de los toscos extremos de los andamios, como marineros en vergas, o abejas en ramas, sin cuidado de la cal y el polvo, y dejaban caer trozos de roca- apenas le infundía la más mínima autoestima.
......
Aún encauzaba sus esfuerzos a la figura motora para el campanario, pero solo como parte de una criatura ulterior, una suerte de ilota gigante, adaptada más adelante, en un grado que apenas puede imaginarse, a las conveniencias universales y glorias de la humanidad; (...) más útil que el buey, más agudo que el delfín, más fuerte que el león, más vivo que el mono, con más ahínco que una hormiga, más colérico que una serpiente, y que, sin embargo, dispondría de la paciencia de un asno. Todas las excelencias de las criaturas de Dios que servían al hombre iban a acusar mejora y reunirse en una.
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