EL ÚLTIMO GOL DEL SENADOR ROMÁRIO Romário da Souza Faria, el hombre de mirada recta y regate curvo, contempla el panorama de Río desde su escaño de senador. Con sus casi cinco millones de votos, el mayor apoyo electoral en la historia, podría iniciar un movimiento de insurgencia, encabezar un partido bisagra o empapelar Maracaná. Sin embargo ha emprendido un modesto cambio de planes : ha dejado la playa de Tijuca, su cancha de arena, y está dándose un baño de multitudes, ¡grande Baixinho !, en el centro de la ciudad. A distancia, nosotros, admiradores al fin, celebramos su segunda trayectoria mientras repasamos la primera. Nos acogeremos al estatuto según el cual, compitamos en una orilla o en la otra, el sol sale para todos, y recordaremos las luces de su breve pero radiante figura. Digamos ya que siempre actuó como un genuino animal de área; precedente de la favela, el estadio primitivo, fue leal a su condición de gato callejero. Un día se puso las botas de siete leguas