LITERATURA / Taylor Jenkins Reid

TAYLOR JANKINS REID
Todos quieren a Daisy Jones


Daisy Jones se da cuenta de que puede llegar a ser más que una groupie y liderar una gran banda de rock. Taylor Jenkins Reid se inventa a una futura estrella del rock y a una banda emergente (The Six) que promete llegar a la cima. En "Todos quieren a Daisy Jones", Taylor nos relata las idas y venidas, las subidas y bajadas, de estos artistas ficticios pero que perfectamente podrían ser reales. Basta con imaginarse el disco "Rumours" de Fleetwood Mac. El acierto del libro es que por la forma de estar estructurado, parece que estemos viendo un documental en el que todos los involucrados salen contando su versión de los hechos. Eso hace que el ritmo de lectura sea tan vertiginoso como la trama misma. 

BILLY: Nos contrataron para tocar en una boda. (...) Entonces escribía sobre los Catonsville Nine, aquellos activistas católicos que protestaban contra la guerra de Vietnam y cosas por el estilo. Me creía Bob Dylan. Pero el caso es que nos contrataron. 
De repente, a mitad del concierto, veo a un hombre de cincuenta y tantos bailando con una chica de veintipocos y pienso: "¿será consciente ese tipo del asco que da?"
Y entonces me doy cuenta de que es mi padre. 
.........

KAREN: Se presentó con una camisa de hombre abotonada a modo de vestido. No llevaba nada más. Recuerdo que pensé: "¿Dónde están sus pantalones?"
EDDIE: Daisy Jones era la mujer más espectacular que había visto en mi vida. Tenía unos ojos enormes y unos labios carnosísimos. Y era tan alta como yo. Parecía una gacela. 
WARREN: Daisy no tenía ni culo ni tetas. El sueño de un carpintero, que dicen: lisas como una tabla, fáciles de clavar. Yo no sé si era fácil de clavar o no. Es probable que no. Teniendo en cuenta cómo reaccionaban los hombres ante ella... tenía la sartén por el mango y lo sabía. Cuando Pete la vio... la lengua casi le sale rodando de la boca. 

.........

BILLY: En el hospital hubo un momento en el que solo estábamos Camila, mis tres hijas y yo, y pensé: "¿Qué estoy haciendo yéndome de gira?"
Me dio la vena y empecé a soltarle un discurso larguísimo y grandioso a Camila, en plan: "Voy a renunciar a todo, cariño. Lo único que me importa es esta familia. No necesito nada más". (...)
Y Camila (...) dijo: "Cállate ya, Billy. Me he caso con un músico. Actúa como uno. Si quisiera conducir una camioneta y tener un pastel de carne listo a la hora de la cena, me habría caso con mi padre". 
.........

DAISY: Olía a pino y a almizcle. (...) Dicen que es duro estar lejos de la gente a la que amas, pero para mí era más difícil estar a su lado. 
BILLY: Me es difícil recordar qué tenía claro y qué no. Es... en mi memoria todo está hecho un lío. Supongo que cuesta analizarlo. Qué pasó cuándo o por qué hice lo que hice. Sesgo retrospectivo. Pero recuerdo claramente que Daisy llevaba un vestido blanco y el pelo recogido en una coleta alta. Pendientes de aro inmensos. Los brazaletes. La miré justo antes de que empezáramos a cantar y creo (y lo creo de verdad) que pensé que era la mujer más hermosa que había visto en mi vida. Lo pensé de esa forma que te hace apreciar las cosas con más intensidad... Quiero decir..., aprecias más a la gente cuando es efímera, ¿no crees? Y creo que sabía que Daisy era efímera, que se iba a marchar. No sé cómo lo sabía, pero lo sabía. Es probable que no lo supiera de verdad, pero eso es lo que sentí. 

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