CRONICA CORIZONAS

CORIZONAS
Sala Acapulco (Gijón)
18 de noviembre del 2011

El concierto encargado de abrir la programación musical del FICX, suponía el punto final de la aventura conocida como Dos Bandas Y Un Destino. Y también la presentación en sociedad de su nuevo pasatiempo: Corizonas.


Antes de nada, sería interesante matizar el porqué esta crónica que vas a leer estuvo a punto de no ver la luz. Un problema con los pases de prensa y con el férreo marcaje de la empresa de seguridad contratada (llamémosla X) casi me impiden el acceso. Estos, cuadriculados como pocos, en ningún momento facilitaron una maniobra  de fácil solución. Por suerte, y en el descuento, alguien puso la cordura y nos dejó pasar.

Centrados, ahora sí, en lo importante, se daba pistoletazo de salida a la programación musical del FICX, y dos bandas que a su vez son una marcaban el inicio de su nueva y prometedora etapa. Corizonas estrenaban nombre y trabajo (el recién salido del horno “The News Today”), y con una puntualidad no precisamente británica (35 largos minutos de retraso) salieron con sus correspondientes indumentarias y arrancaron con esa llamada de atención que supone “Hey, Hey, Hey”, a la que siguió “The Falcon Sleeps Tonight”, una de las más directas de su nuevo álbum. Parecían dispuestos a pisar el acelerador, pero “The Deceiver” bajó las pulsaciones y volvió a dar esa sensación de que hoy les costaba animarse más que en otras ocasiones.
Una suerte contar con un personaje del calibre de Javier Vielba (“siempre hay uno en cada comunidad de vecinos” según Fernando Pardo), que con su entusiasmo y su carisma arrastra consigo a cualquiera. Y suerte también contar con el empuje y la fuerza de Javi Vacas al bajo y de la metralleta Roberto Lozano a la percusión.


Había serias dudas del guión a seguir. Si un concierto como Dos Bandas y Un Destino o la presentación oficial de Corizonas. En las dos horas pasadas que duró el show les dio tiempo a hacer ambas.

“The News Today” sonó en su totalidad, aunque las composiciones estén aún un poco frías con respecto a las antiguas. Comprensible, pues la gente aún no responde a estas como responderán con las escuchas acumuladas de los  próximos meses.  No obstante, todas y cada una sonaron impecables y dieron una idea de lo grande que es su nuevo disco. Unas entraron mejor que otras. Buena acogida para “I Am (What I Am)”, la instrumental “El Rancho” (un lujo), “Run To The Woods” (será imprescindible en sus bolos) o “Run To The River” (la que presentaba el nuevo proyecto en sociedad).

En cambio, a la preciosa y sosegada “The Queen Of Hearts” (encargada de abrir los primeros bises) y  a la cruda y psicodélica “Nothing Is Sacred” (encargada de abrir los segundos) les costó arrancar una buena respuesta del público, y eso que ambas estuvieron impecables en su ejecución.


Obviando las novedades, aunque manteniendo esos aromas a buen western, iban llegando los puntos fuertes de su repertorio. Tiempo para Los Coronas, “Jinetes Radiactivos”, y el movimiento en la sala se empezó a notar, y más aún cuando enlazaron con el “Pumpkin & Honey Bunny” de Dick Dale, un corte rescatado para la ocasión.

Y aún quedaban balas en la recamara. Tiempo para Arizona Baby. La obligada y reclamada “Shiralee” (en directo, y con Los Coronas como escoltas está en otra liga) y las no menos obligatorias versiones de “Wish You Were Here” y del “Too Drunk To Fuck”, esta última encargada de cerrar el show, con el delirio generalizado de todos los presentes.

Los Coronas y Arizona Baby, Dos Bandas Y Un Destino, o Corizonas. Como ustedes quieran. El nombre es lo de menos, pues al destapar el envoltorio pocas veces se puede encontrar algo tan delicioso.


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