CRÓNICA ANDREA MOTIS & JOAN CHAMORRO

ANDREA MOTIS & 
JOAN CHAMORRO
Auditorio Municipal Hernán Naval  (Ribadeo)
8 de febrero de 2014


Tras poner patas arriba a los públicos más exigentes de España y Europa, Andrea Motis y Juan Chamorro venían a Ribadeo con un acompañamiento de lujo para demostrar el porqué gozan de semejante estatus.


Es Juan Chamorro un tipo interesante. Tanto que ha logrado tocar con gente que ha escrito algunas páginas importantes en la historia de la música popular (Bebo Valdés, Stevie Wonder, Manhattan Transfer). Además, goza del don de tener un ojo clínico a la hora de detectar un diamante en bruto por pulir. Juan descubrió uno hace 5 años en una niña de 13 añitos que estaba enamorada del jazz y que se llamaba Andrea. Ejerció de tutor y de profesor, y el afable Juan la convirtió en la estrella que es ahora.

Para tocar jazz hay que ser muy bueno, pero para destacar y llamar la atención del circuito hay que ser un fuera de serie. Andrea Motis es un fenómeno necesario en la escena, y el incuestionable éxito que goza de crítica y público es más que merecido. Basta una sola canción para comprobar el potencial del cuarteto (en ocasiones anteriores quinteto o sexteto) formado por el propio Juan (contrabajo y saxo tenor), “el hombre del tiempo” Esteve Pi (batería), “el maestro de maestros” Ignasi Terraza, y Andrea Motis. La que en su día fue su alumna y ahora es compañera de aventuras musicales, una rara avis de infinito talento, una jazz-woman “con un corazón tan enorme como lo que consigue transmitir cada vez que canta” capaz de tocar saxo y trompeta, e interpretar con una naturalidad y delicadeza clásicos de bossa-nova en portugués (“Corcovado”), en inglés (fabulosa la versión del “You Know I´m Not Good” de Amy Winehouse”) y, obviamente, en su lengua materna (“Bésame Mucho”).

Reconozco asistir al concierto con especiales ganas de escuchar sus revisiones de “Feeling Good” de Nina Simone o de “Summertime” de George Gershwin, pero su repertorio es tan vasto y versátil que sería complicado poner pega alguna.

No fue un inconveniente, pues las elegidas presumían de gusto exquisito, y uno se sentía tan a gusto con su compañía que daban ganas de hacer la maleta y acompañarles en su extensa gira (ya han pasado por Brasil, Turquía, Francia o Suiza), importando bien poco el destino.

Fueron cerca de 2 horas de concierto, donde el cuarteto se lució por los terrenos del swing, el groove, el bepop y el jazz más virtuoso, dando al respetable motivos más que de sobra para despedirlos con una merecida ovación final.

Comentarios

  1. Fantástica crónica, para acabar deleitarnos solo tenemos que ver el historial de esa genial persona que es Joan Chamorro con su SAJB..

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