CRÓNICA CONCIERTOS / Blue Sisters
BLUE SISTERS
Auditorio Niemeyer (Avilés)
Viernes 11 de marzo 2016
Un silencio inquietante
reinaba en el auditorio minutos antes de comenzar el show. Eso, unido a la pobre entrada
(unas escasas 200 personas en las gradas) hacían que aquello pareciese más
un aula de estudios o una biblioteca que un recinto donde se iba a celebrar un
concierto.
Con este gélido clima salen las Blues Sisters a
interpretar la primera de la noche, su versión del clásico de Etta James “Chain
Of Fools”, donde las tres señoritas, escoltadas en todo momento por su banda de
apoyo (formada por Walter Latupeirissa al bajo, Davide Floreno a la guitarra y
Markku Reinikainen a la batería) se presentaban ante el escaso público que poblaba las gradas del auditorio del Niemeyer.
Tras la toma de contacto, Tasha y Layla se
despiden para dejarle el protagonismo a Ina Forsman. Por delante, tres
conciertos en uno, con cada una de las Blue Sister defendiendo su particular
repertorio en solitario. La idea está bien, aunque a un servidor le asaltaba la
extraña sensación de estar presenciando un concurso de talentos, al cambiar las
intérpretes pero no la banda.
Ina tiene la difícil
papeleta de cambiar esta atmósfera enrarecida, y demuestra que su insultante
juventud (19 añitos tiene la muchacha) no será un impedimento. La finlandesa
(que saltó a la fama en un concurso televisivo con una versión del “All I Could
Do Is Cry” de la ya mencionada Etta James) no tiene el chorro de voz de sus
“hermanas”, pero lo compensa con su personalidad sobre el escenario. Ina se
mueve con un flow especial, y en su
repertorio se aprecia buen gusto. Su debut discográfico (de título homónimo) ha
cosechado buenas críticas y canciones como
“Devil Make Me Dance Tonight”, “Farewell” (con esa base Ska que tanto
recuerda a Amy Winehouse), “Bubbly Kisses” (sonando a bajas revoluciones y a
ritmo de cabaret Ina resulta sensual y sugerente) o su versión del “I Want A
Little Sugar In My Bowl” de Nina Simone (encargada de cerrar su show) dejan a
las claras su versatilidad.
La siguiente en discordia
es la tejana Tasha Taylor (hija del mítico Johnnie Taylor del sello Stax) quien
nos saluda en español y nos desarma con su sonrisa encantadora. Tasha tiene en
la cabeza hablar de amor: de cómo malgastar tu tiempo con la persona equivocada, de
atracción sexual, de encontrar al hombre adecuado…. en ese momento un servidor pasó ganas de gritarle “I am that man” pero afortunadamente la
cordura se impuso. El amor es el tema principal (¿acaso no va de eso el Soul?)
pero hay tiempo para tonadillas más alegres, como cuando nos recordó a Amy
Winehouse con la versión que la británica popularizó del “Valerie”, original de
The Zutons; o para recordar a su padre a ritmo de Funky-Soul con ese pedazo de
hit que es “Who´s making love”.
Con Tasha la temperatura y
el nivel habían aumentado, y por suerte todavía nos faltaba por ver a Layla
Zoe, quien nos saluda con un “que levante la mano quien crea en el amor”. Pero
el tema adquiere otro cariz gracias a ese potente blues rock que escupen los
amplis. La banda parece haberse calentado con el vozarrón de la canadiense, y
Layla presenta su candidatura a triunfadora de la noche. Porque para el que
esto escribe, si alguien protagonizó uno de esos momentos mágicos a lo largo de
la noche, esa fue Layla. Y lo hizo con una balada preciosa dedicada a una amiga
suya fallecida hace seis años. Aprovechándose de la fantástica acústica del
auditorio, y del respetuoso comportamiento de los allí presentes, Zoe se
permitió el lujo de cantar a capella,
invadiendo cada una de las esquinas del recinto, consiguiendo la ovación de la
velada. Y con la cosa más animada, Layla se filtró entre el público en mitad de la preciosa "Highway Of Tears".
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